Autorretrato de una enfermedad
26 Octubre, 2015
Celebración junto con Rotary club en el Auditorio de Sant Cugat del acto solidario “Pongamos fin a la polio” en el cual presenté este “Autorretrato de una enfermedad”, y se recaudó dinero para 2.800 vacunas, para que no les pase esto a los niños de cualquier parte del mundo.
Al acto asistieron los concejales de bienestar social, cultura y educación del ayuntamiento de Sant Cugat. Hablaron los doctores Enric Portell y Mª Victòria Amargós del Instituto Guttmann, el doctor Josep Roca, cirujano plástico de System Roca, y la concejala Susanna Pellicer.
Agradezco muy sinceramente a todos los que nos acompañaron y ayudaron a llevar a cabo este proyecto.
Mi presentación del acto:
Hace tiempo, no recuerdo cuanto, que te conocí, casi había aprendido a andar. No recuerdo si fue en la primavera o en el otoño. Debí conocerte al mismo tiempo que a mi vecinita Montse.
Mi madre, que era muy sabia, muy pronto me enseñó que tenía que entender las cosas, tenía que amar y sobre todo comprender a los demás.
Jugué siempre contigo, recuerdo cuando corríamos y nos bañábamos en las playas del Masnou. Cómo íbamos en bicicleta. Recuerdo muy bien también cómo con mi inseparable amigo Lluís, en los veranos, hacíamos la pesca submarina y navegábamos en patín. Al mismo tiempo recuerdo que todos los amigos del colegio te aceptaron y te entendían bien.
El tiempo fue pasando, llegó la juventud, este tiempo loco, y yo casi me olvidé de ti. Formé una familia, tuve dos hijos. Pero un día, en la nieve, estando con ellos me acordé mucho de ti, y yo sé el porqué. Pero bien, el tiempo fue pasando y tú te ibas borrando de mi memoria.
Fue en Nueva York, donde yo tenía un estudio. Recuerdo perfectamente que una noche muy fría de febrero, volviendo a mi estudio por la quinta avenida te reencontré. ¡Qué casualidad! o no. Lo cierto es que a partir de aquel momento ya estaríamos más en contacto.
Ha llegado el otoño, éste otoño de las personas en qué los recuerdos se refrescan, y con ellos has llegado tú de nuevo, pero ahora, en esta hora de reencuentro quiero decirte muy seriamente una cosa que no te había dicho nunca: soy muy celoso y no quiero de ninguna manera, amiga polio, que me dejes para ir con otro niño, y por ello lucharé.
